Hace muchos años, cuando yo atravesaba una crisis personal, fui a buscar iluminación en una charla con un viejo amigo. En honor a la verdad, yo buscaba una receta o una guía paso a paso para enfrentar los cambios que necesitaba en mi vida. Temía el dolor y el sufrimiento que eso iba a causar, y quería evitarlo a toda costa. Me amparaba en ese deseo de cuidar los riesgos para no tomar acción y, mientras tanto, seguía viviendo mal, estirando una agonía en modo “supervivencia” y aunque la salud física me daba señales de que la cosa no era por ahí, yo seguía evitando elegir lo que necesitaba. Hoy me río un poco de esa ingenuidad, porque aprendí que dolor y sufrimiento son cosas distintas y también son puntos de vista sobre la realidad que sucede que podemos no elegir e incluso aceptar.
Pero esta
persona, desde su gran sabiduría de vivir, me hizo una pregunta inesperada pero
totalmente atinada: ¿qué es la vida?
No supe qué
responder en pocas palabras, miles de pensamientos se amontonaron en mi cabeza,
pero no pude resumir un concepto.
Sus palabras
me acompañan desde entonces como un concepto central para elegir siempre lo que
resuena en sintonía con eso. Se transformó en una ley vital y ordenadora de
prioridades. También conocí entonces la importancia de salir de uno mismo y las
ideas propias para ir a hablar con alguien de aquello que nos preocupa y
permitirnos escuchar los mensajes que tienen para nosotros. Desafiar nuestros
puntos de vista, recibir la ayuda necesitada, soltar patrones de pensamiento y
flexibilizar nuestras estructuras para encontrar el crecimiento más allá de
esas fronteras.
“La vida es
TIEMPO”, dijo. El regalo que tenemos en esta existencia en la Tierra es el
tiempo, que es limitado. Lo que elegimos hacer con ese regalo es nuestra
responsabilidad. Cuando eventualmente tu tiempo se acabe, ¿qué vas a responder
si te preguntan qué hiciste con tu regalo? ¿Fuiste feliz? ¿O pasaste el tiempo
sobreviviendo/viviendo mal por el miedo al cambio? ¿Aprovechaste o desperdiciaste
tu regalo?
Pensar lo
que hay que pensar.
Sentir lo
que hay que sentir.
Decir lo que
hay que decir.
Hacer lo que
hay que hacer.
Leélo de
nuevo.
Te leo en
los comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario